Intervención de la presidenta del Grupo BEI, Nadia Calviño, ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo el pasado 5 de noviembre en Bruselas durante la Semana Europea de la Igualdad de Género de 2025.
Honorables miembros del Parlamento Europeo, estimados compañeros y amigos:
Es un gran placer dirigirme a ustedes hoy para hablar de un tema que me interesa especialmente: la igualdad de género.
Es uno de los valores fundamentales de la Unión Europea. Un motor para el desarrollo económico, rentas más elevadas, empresas más eficientes y eficaces, sociedades más sólidas y una mayor estabilidad y seguridad.
Las estimaciones de crecimiento y creación de empleo derivadas de la reducción de la brecha de género constituyen un argumento contundente para impulsar la inversión pública y privada en este objetivo estratégico.
Los datos son claros: las empresas con diversidad en sus equipos directivos obtienen mejores resultados.
Invertir en las mujeres representa una auténtica oportunidad. De hecho, una mejor atención de las necesidades de las mujeres como clientes supondría un valor estimado de 700 000 millones de dólares a escala mundial para los proveedores de financiación.
Apoyar las inversiones que empoderan a las mujeres y promueven su espíritu emprendedor es lo correcto y también lo más inteligente.
Pero, paradójicamente, en este momento de la historia, palabras como «género», «mujeres», «equidad» e «inclusión» son conceptos revolucionarios en algunos lugares.
Por eso, en el Grupo Banco Europeo de Inversiones (Grupo BEI), estamos decididos a mantener el rumbo y a respaldar las políticas europeas en todos nuestros proyectos.
Hemos integrado la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres en nuestro modelo de negocio, en plena consonancia con la hoja de ruta de la Comisión Europea sobre los derechos de la mujer, que el BEI refrendó con orgullo el mes pasado, junto con el Parlamento Europeo.
En los últimos cinco años, hemos duplicado nuestra financiación para la igualdad de género, hasta superar los 3 500 millones de euros en 2024, mejorando el acceso de las mujeres al crédito y apoyando proyectos que reducen las brechas de género.
Fuera de la Unión Europea, el BEI apoya el emprendimiento femenino —por ejemplo, en comunidades agrícolas y pesqueras de Mauritania y África occidental—, así como la salud de las mujeres.
Hace unos días, en colaboración con la Comisión Europea y la Organización Mundial de la Salud, pusimos en marcha la primera campaña nacional de vacunación para prevenir el cáncer de cuello uterino en Angola.
Gracias a esta campaña, dos millones de niñas de entre nueve y doce años estarán protegidas, lo que brindará a toda una generación de mujeres nuevas esperanzas y oportunidades.
Y esto es, sin duda, motivo de orgullo para los europeos.
Pero eso no es todo: también contribuimos a ampliar el acceso a soluciones de cocina no contaminantes en África oriental y a mejorar el acceso a anticonceptivos y a la atención sanitaria para mujeres de todo el mundo, también en colaboración con la Fundación Gates.
Recientemente, ampliamos el alcance de nuestros bonos con conciencia de sostenibilidad para incluir objetivos de igualdad de género, aprovechando el poder de los mercados de capitales para financiar estos proyectos.
Y también, dentro de la UE, estamos impulsando el acceso de las mujeres a la financiación:
A principios de este año, pusimos en marcha el Laboratorio de Financiación de Género para bancos comerciales. Este programa sin precedentes de la UE ofrece a los bancos servicios de asesoramiento, programas de formación y análisis de mercado para movilizar la inversión en mujeres emprendedoras.
Hasta la fecha, 42 bancos europeos se han sumado al programa.
También firmamos una iniciativa pionera con el grupo bancario español CBNK (resultado de la fusión de Banco Caminos y Bancofar) para empoderar a las mujeres emprendedoras en el sector farmacéutico español. Y anunciamos alianzas con Banca Etica y Crédit Agricole para mejorar el acceso a la financiación de las pymes dirigidas por mujeres en Italia y Francia.
Y a través del Fondo Europeo de Inversiones (FEI), nuestra filial para las pymes, el programa Empowering Equity está contribuyendo activamente a que más mujeres se incorporen al sector del capital riesgo en Europa.
Más allá de la financiación, celebramos periódicamente las reuniones de la Red de Mujeres Líderes del Clima y acabamos de acoger en Viena la Cumbre del Grupo BEI para Mujeres Líderes en Ciencias de la Vida.
Porque cuando las mujeres prosperan, las comunidades enteras prosperan.
Déjenme concluir con una reflexión: debemos ser valientes. La acción inclusiva para apoyar la igualdad de las mujeres es más importante que nunca, tanto dentro como fuera de la UE.
Como miembros de la Comisión ECON del Parlamento Europeo, ustedes desempeñan un papel único a la hora de definir la arquitectura financiera de Europa. Por eso, en el próximo Marco Financiero Plurianual, contamos con su firme apoyo para seguir adaptando los marcos estratégicos, garantizar que los incentivos reglamentarios promuevan activamente la inclusión y la igualdad y, por supuesto, asegurar que actuamos con arreglo a nuestras convicciones.
Estos son elementos esenciales para la competitividad y el crecimiento de Europa.
Estoy convencida de que, juntos, podemos construir un futuro que refleje lo mejor de nuestra Unión.
Gracias.