Una empresa de tecnología médica con sede en Barcelona ha desarrollado un innovador tratamiento para el ictus que mejora la reperfusión y reduce el riesgo de nuevos coágulos

François Salmon recuerda perfectamente el momento en que leyó el mensaje de texto en su teléfono móvil: «Todo va bien. Coágulo eliminado. El paciente se encuentra bien». Era a finales de 2019 y una mujer de mediana edad en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona acababa de ser sometida con éxito a una trombectomía pocas horas después de sufrir un ictus.

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© Anaconda Biomed

François Salmon es cofundador y director general de la empresa de tecnología médica Anaconda.

La operación fue la primera de un ensayo clínico de Anaconda Biomed, una empresa startup de dispositivos médicos que ha revolucionado el tratamiento del ictus. «Me alegra que hayamos ayudado a los profesionales sanitarios a salvar vidas y a reducir la discapacidad tras un ictus», afirma François Salmon, director general de Anaconda desde 2018.

Para llevar a cabo más ensayos, en octubre de 2021 Anaconda Biomed recibió financiación del Banco Europeo de Inversiones en forma de venture debt por importe de hasta 10 millones de euros.  El préstamo también ha proporcionado a la empresa barcelonesa la liquidez que necesitaba para seguir funcionando durante la pandemia de COVID-19.

«El sistema de Anaconda es de una sencillez asombrosa», dice Tom Andersen, el ingeniero del Banco Europeo de Inversiones que ha trabajado en el préstamo. «Y no hay mejor misión que mejorar o incluso salvar vidas. Este sistema permite un mejor tratamiento, que presenta una buena relación coste-eficacia».

El innovador tratamiento del ictus es un dispositivo que se mueve como una serpiente anaconda

Las arterias carótidas, que van del corazón al cerebro por cada lado del cuello, pueden engrosarse cuando un coágulo bloquea un vaso sanguíneo importante. El riego sanguíneo a las partes vitales del cerebro se interrumpe. Tenemos entonces ante nosotros un ictus. Cuanto más tiempo esté obstruida la arteria, más probable será que se produzcan daños permanentes, como parálisis y problemas en el habla.

¿Cuáles son los tratamientos para el ictus?

Muchas personas con ictus isquémico causado por un coágulo de sangre (conocido como «trombo») reciben fármacos que ayudan a disolver la obstrucción. La trombectomía mecánica es otro de los métodos. Esta elimina el coágulo de forma mecánica, lo que ayuda a restablecer el flujo sanguíneo hacia el cerebro, evitando ciertos daños permanentes

Las técnicas tradicionales de eliminación de coágulos a veces dejan fragmentos del trombo, que pueden llegar a obstruir otras arterias. Por lo que Anaconda ha desarrollado un catéter diseñado para detener localmente el flujo y eliminar íntegramente el trombo cerebral sin fragmentarlo. Como una serpiente anaconda que empuja cualquier raíz, roca o rama para avanzar, el catéter en forma de embudo y autoexpandible alcanza el diámetro de la arteria, hasta 5 milímetros.

De esta forma, el catéter puede capturar y eliminar completamente el coágulo del vaso sanguíneo obstruido. «Una vez se ha quitado el coágulo, el daño se detiene», afirma François Salmon. Es muy consciente de que los médicos que atienden los accidentes cerebrovasculares trabajan en un contexto de urgencias médicas. A partir del momento en que se produce un ictus, cada minuto es crucial. La trombectomía avanzada de Anaconda también ofrece a los médicos un dispositivo para restablecer mejor el flujo sanguíneo.

 

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Según la Organización Mundial de la Salud, el ictus es la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte en todo el mundo. Anaconda ha desarrollado un catéter diseñado para suspender localmente el flujo y eliminar íntegramente el trombo cerebral sin fragmentarlo.

Salir de la pandemia, con la ayuda de la UE

La trombectomía de Anaconda es una operación que exige altas cualificaciones y unidades especializadas en ictus concebidas para aplicar el tratamiento. Lamentablemente, la pandemia de COVID-19 ha complicado la selección de pacientes y el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares. De forma que el responsable de inversiones del Banco Europeo de Inversiones, Borja Carsi, se puso en contacto con Anaconda para ofrecerles un préstamo respaldado por el Fondo de Garantía Paneuropeo, que ayuda a las empresas afectadas por la pandemia.

Borja Carsi quedó impresionado por el consejo de administración y los asesores científicos de Anaconda, entre los que se encuentran varios expertos nacionales e internacionales en biomedicina. Como el neurólogo Marc Ribó y Ofir Arad, doctor en química orgánica, que cofundaron Anaconda Biomed en 2015 para llevar a cabo su proyecto de trombectomía avanzada. Unos años después, pusieron en marcha el primer estudio en humanos para demostrar la eficacia de su innovador sistema.

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Los ictus causaron tres veces más muertes en la población que la COVID-19 durante el mismo periodo. El trabajo de Anaconda para salvar vidas también es un apoyo para los profesionales de la salud y los sistemas sanitarios nacionales.

Ahora que los ensayos clínicos han concluido, François Salmon hace el balance de sus progresos: los resultados recogidos con los 73 pacientes inscritos hasta ahora (de los 125 previstos inicialmente para el estudio clínico) ya han validado las pruebas anteriores y cumplido todas las expectativas de seguridad y eficacia de los catéteres de primera generación. Indudablemente, el avanzado sistema de Anaconda ha tenido un contundente impacto positivo en la vida de los pacientes tras un ictus.

Gracias al préstamo del Banco Europeo de Inversiones, Anaconda puede seguir ahora adelante con las pruebas de los catéteres de segunda generación. «Los resultados han sido muy buenos hasta ahora», afirma François Salmon, «pero preferimos mantener la cautela al tratarse de un asunto de vida o muerte».