Intervención de la presidenta del Grupo BEI, Nadia Calviño, durante la clausura de la mesa redonda sobre el estado mundial, celebrada el 9 de octubre en el marco del Foro Global Gateway 2025 en Bruselas.
Muchas gracias.
He estado escuchando este interesantísimo debate y me complace enormemente tener la oportunidad de clausurar este intercambio tan enriquecedor, repleto de metáforas tan ilustrativas que describen la realidad actual.
Se está gestando un nuevo orden mundial. Nos encontramos en un momento histórico, en un momento crucial. Y es precisamente en momentos como este cuando debemos decidir cuál es la dirección correcta y cómo podemos contribuir a definir este nuevo orden mundial de la mejor manera posible.
Y la lección que podemos aprender de este debate, y de todo el Foro Global Gateway, es que mientras algunos se alejan de este sistema multilateral, del comercio basado en normas —un sistema basado en la diplomacia—, el resto del mundo seguimos avanzando. Y ese es un mensaje muy potente, porque estamos renovando y reafirmando nuestro compromiso con alianzas beneficiosas para todos, basadas en el respeto mutuo, que protegen los frutos de la cooperación y, en última instancia, la paz. Y en este contexto, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), como brazo financiero de la Unión Europea y cuyos accionistas son los 27 Estados miembros, ni más ni menos, se encuentra en una posición única para ser el socio clave de la Unión Europea, de la Comisión Europea, en puesta en marcha y la ejecución de la estrategia Global Gateway.
Financiamos proyectos con un impacto real. De los 300 000 millones de euros mencionados hoy —ese era el objetivo inicial, que ya se ha alcanzado—, el Banco Europeo de Inversiones está financiando y movilizando cerca de un tercio del importe total. Y eso se traduce en proyectos reales sobre el terreno que abarcan desde la atención primaria y dispositivos de cocina en toda África hasta el interconector energético entre Ecuador y Perú y otras redes importantes en América Latina, pasando por el apoyo al sector privado en países de Asia como Vietnam.
Colaboramos con instituciones estratégicas clave en todo el mundo —desde la Fundación Gates hasta Gavi, la Alianza para las Vacunas— con el objeto de financiar no solo el suministro de vacunas contra la poliomielitis para niños de todo el mundo, sino también instalaciones de producción de vacunas en África, marcando una diferencia real y logrando un impacto duradero sobre el terreno. También contribuimos a que millones de ciudadanos tengan acceso a agua potable.
De hecho, para demostrar que predicamos con el ejemplo, entre hoy y mañana anunciaremos nuevos acuerdos de apoyo con varios países socios, entre ellos un préstamo para ampliar una central eólica en Cabo Verde y un paquete de financiación para BioNTech para desarrollar una planta local de producción de vacunas en Ruanda. Les pido disculpas, porque precisamente hemos tenido que adelantar un poco el horario de mi intervención para que pueda ir a firmar ese acuerdo tan importante.
También financiamos MedAccess, en Nigeria, para apoyar a los fabricantes de medicamentos y vacunas, y respaldamos redes de energía verde en Mauritania. Justo ahora acabamos de firmar y anunciar este acuerdo tan relevante con el presidente de Mauritania. Asimismo, firmaremos acuerdos para apoyar las conexiones eléctricas y las energías renovables en Asia central y suroriental. Y apoyamos el cable submarino Medusa para mejorar la conectividad digital en toda la región mediterránea.
Quería mencionar estos ejemplos concretos porque ilustran lo que ofrece Global Gateway y la manera en que el Banco Europeo de Inversiones puede aprovechar las garantías del presupuesto europeo. Y gracias a nuestra estrecha colaboración con la Comisión Europea —y, por supuesto, con el comisario Síkela, que es un socio clave para nosotros—, podemos, como Equipo Europa, financiar y hacer realidad proyectos transformadores en todo el mundo.
Permítanme usar otra metáfora. Mientras muchos hablan de construir muros, nosotros tendemos puentes para un mundo mejor. Y, en un mundo cada vez más «transaccional», también estamos demostrando que la moneda más valiosa en la actualidad es la confianza. Esto es lo que estamos demostrando en estos dos días.
Permítanme concluir esta intervención mencionando no solo proyectos individuales, no solo la financiación innovadora que estamos desarrollando.
También deseo mencionar otra forma en la que el Banco Europeo de Inversiones está marcando la diferencia a la hora de movilizar inversión privada en todo el mundo. Se trata de la base de datos sobre riesgos de los mercados emergentes, cuya sigla es GEMs en inglés. Y quería mencionarla aquí porque muchos expertos, agencias de calificación, inversores privados e instituciones financieras la conocen. Es algo revolucionario, una base de datos que hemos desarrollado junto con el Banco Mundial para centralizar la experiencia de las instituciones multilaterales durante los últimos 40 años en la concesión de préstamos a economías emergentes de todo el mundo. Y lo que nos muestra esta base de datos es que la probabilidad de impago y la probabilidad de pérdidas es menor de lo que cabría pensar si nos guiamos únicamente por prejuicios. El uso de datos nos da muchas esperanzas sobre el interés de fomentar inversiones, no solo públicas, sino también privadas, en economías emergentes.
Y en muchos de los países aquí representados, seguiremos intentando fomentar y respaldar un proceso de toma de decisiones basado en datos para poder facilitar también la financiación privada, que es esencial, como decía la vicepresidenta, para que todos podamos valernos por nosotros mismos y aprovechar al máximo las oportunidades actuales.
Tanto el Banco Europeo de Inversiones como yo, en calidad de presidenta de la institución, nos sentimos profundamente orgullosos de estar al frente de una organización tan decidida a seguir aprovechando las garantías del presupuesto europeo —tanto del Marco Financiero Plurianual actual como del próximo— para construir una Europa más estable y próspera, y también para contribuir a un mundo mejor.
Pueden contar con el Banco Europeo de Inversiones, el brazo financiero de la UE y también orgulloso miembro de la familia de instituciones multilaterales, para contribuir a este nuevo orden mundial tendiendo puentes y promoviendo la cooperación y el respeto mutuos y la paz.
Y, vicepresidenta, sus palabras nos han inspirado mucho, y creo que todos en la sala han quedado muy impresionados. A su pregunta de «¿qué deberíamos hacer usted y yo?»,
pues bien, creo que lo que acabo de describir es la batalla que debemos librar, así que lo que usted y yo debemos hacer es sumarnos a esa lucha.
Les dejo con este llamamiento. Muchas gracias.