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Nadia Calviño, presidenta del Grupo Banco Europeo de Inversiones (BEI), destacó el papel fundamental del BEI en el fortalecimiento de la seguridad, la competitividad y las alianzas mundiales en Europa en su discurso con ocasión del foro de GLOBSEC 2025 en Praga (República Checa), el 12 de junio.

©Markéta Listíková/ EIB

Buenos días.

Estimados amigos, distinguidos líderes, colegas, socios. Es un gran placer estar hoy aquí con ustedes en el 20.º foro de GLOBSEC en la bella ciudad de Praga, y quiero dar las gracias en primer lugar a nuestros anfitriones checos por su hospitalidad y su firme compromiso con el proyecto europeo.

Estamos aquí reunidos en un momento decisivo para el mundo y, muy especialmente, para Europa. Se está produciendo un movimiento de las placas tectónicas sobre las que se apoya el orden mundial que tan útil nos ha sido en los últimos ochenta años. Y lo estamos viviendo ahora mismo.

Las tensiones geopolíticas, la competición tecnológica, la necesidad urgente de actuar contra el cambio climático convergen para obligarnos a replantearnos cómo ofrecer seguridad, prosperidad y esperanza a las generaciones futuras.

En un contexto en el que parece que todo a la vez en todas partes está cambiando, el activo que gana más valor es la confianza.

En estos tiempos turbulentos, Europa destaca como faro de estabilidad. Un faro que da tranquilidad a nuestros ciudadanos, empresas y socios, y que también crea oportunidades.

Nuestra estabilidad atrae talento, inversiones e innovación y, por eso, incluso en medio de esta intensa volatilidad de los mercados, los activos europeos, las acciones, los bonos y nuestra moneda común están obteniendo óptimos resultados.

Los inversores y los innovadores eligen Europa y acabamos de verlo en un ejemplo excelente. Estaba repasando las dos últimas semanas y he podido comprobar que el Banco Europeo de Inversiones, que dirijo en este momento, ha tenido un éxito inmenso cuando hablamos de mercados financieros. Nuestra última emisión de bonos verdes por valor de 5 000 millones de euros obtuvo, ayer mismo, suscripciones por diez veces su valor, alcanzando la cifra récord de 55 600 millones de euros. Quisiera destacar este éxito en una época en que palabras como «clima» parecen realmente revolucionarias... Volveré sobre este punto en unos momentos.

Tenemos que navegar por aguas turbulentas y aprovechar las oportunidades y todos los informes publicados por expertos mencionan tres motores principales para la competitividad y la seguridad de Europa: integración de los mercados, inversiones a gran escala y simplificación. Yo añadiría uno más: alianzas internacionales sólidas. El Grupo BEI goza de una posición única para contribuir a todos ellos.

En primer lugar, estamos en una posición única como institución financiera de la Unión Europea, el brazo financiero de la Unión Europea y, al mismo tiempo, somos la mayor institución multilateral de desarrollo de mundo.

En segundo lugar, estamos en una posición única por nuestro accionariado, ya que nuestros accionistas son los 27 Estados miembros. Nada más y nada menos: compartimos con nuestros socios una fuerte alineación de prioridades estratégicas y políticas.

En tercer lugar, nuestra posición financiera es muy sólida, gracias a un balance cercano a 600 000 millones de euros y a una calificación AAA muy estable que nos permite, de hecho, mantener e incluso aumentar nuestro balance sin pedir aportaciones adicionales de capital a los Estados miembros.

Y, por último, el Grupo BEI —compuesto por el Banco y el Fondo— goza de una posición única para catalizar capital privado, algo esencial para garantizar las inversiones a gran escala que Europa necesita en estos momentos. A través de las inversiones en capital riesgo, las inversiones en venture debt y las inversiones conjuntas con el sector privado, el BEI es un actor clave para impulsar la inversión a gran escala y movilizar el ecosistema de inversores privados de capital riesgo en Europa.

Permítanme darles cuatro o cinco ejemplos de cómo el BEI puede marcar la diferencia en estos momentos.

La seguridad y la defensa, una de las cuestiones principales que se han debatido y se seguirán debatiendo aquí, en la cumbre de GLOBSEC. Desde 2024, hemos ampliado nuestro mandato, el alcance de las inversiones que podemos financiar. Desde el primer día que entré a formar parte del Grupo BEI, el 1 de enero de 2024, tuve absolutamente claro que debíamos intensificar nuestro apoyo financiero a las capacidades de seguridad y defensa de Europa, en diferentes ámbitos. Infraestructuras a gran escala, por dar un ejemplo: estamos colaborando actualmente con el Gobierno lituano para financiar los cuarteles que acogerán a las tropas del ejército alemán (Bundeswehr) bajo el mando de la OTAN, muy cerca de la frontera bielorrusa. Movilidad militar, infraestructuras militares, infraestructuras críticas.

Un segundo ámbito en el que somos cada vez más activos es la capacidad industrial, como la fabricación de drones o la de otros insumos para el sector militar y de seguridad.

Tercer ámbito de actividad, la I+D: investigación y desarrollo. Nos referimos al espacio, a la ciberseguridad, la fabricación de drones, todas ellas tecnologías innovadoras.

En cuarto lugar, las pequeñas y medianas empresas. Acabamos de triplicar la financiación de un programa de intermediación específico para que los bancos europeos puedan aportar liquidez —capital circulante— a las pequeñas y medianas empresas de la cadena de suministro de los grandes contratistas europeos. Y esta semana hemos firmado el primer acuerdo con Deutsche Bank para un préstamo de 500 millones de euros. En los próximos días esperamos firmar otro, el segundo, con la entidad francesa Banque Populaire Caisse d'Épargne, para que el ecosistema de empresas activas en el ámbito de la seguridad y la defensa pueda tener acceso a la financiación necesaria en este momento.

Por último, un quinto ámbito en el que somos cada vez más activos es el apoyo al ecosistema de fondos de inversión especializados, que aportan capital a las empresas emergentes innovadoras europeas en estos ámbitos.

Además de intensificar nuestro apoyo al sector de la seguridad y la defensa, el Grupo BEI está desempeñando un papel fundamental en el apoyo a Ucrania. La seguridad y la prosperidad económica compartida se refuerzan mutuamente. La una necesita de la otra, y viceversa. Al invertir en el apoyo a Ucrania también apoyamos la seguridad y la prosperidad futuras de Europa.

Nuestro compromiso es muy claro. Desde el primer día hemos proporcionado más de 2 300 millones de euros de financiación para apoyar a Ucrania y hemos alcanzado la velocidad de crucero en el despliegue de la financiación y la ejecución de proyectos sobre el terreno.

Cada dos semanas se inaugura un proyecto de financiación del BEI en Ucrania y estamos hablando de infraestructuras vitales: hospitales, escuelas, guarderías, viviendas para personas desplazadas, servicios municipales, suministro de agua, infraestructuras energéticas fundamentales e infraestructuras de transporte, que están contribuyendo a la resiliencia económica y a la seguridad del país en estos momentos.

A principios de año firmamos una garantía de 2 000 millones de euros con la Comisión Europea y la estamos ejecutando a muy buen ritmo, sentando las bases para el éxito de la adhesión de Ucrania a la familia de la Unión Europea.

También hemos lanzado un producto innovador: una garantía paneuropea de crédito para la innovación para ayudar a las empresas europeas que exportan a Ucrania para la que, en este momento, la demanda ya ha superado a la oferta. Hemos firmado recientemente el primer acuerdo con la agencia danesa de crédito a la exportación, el primero de trece acuerdos que esperamos firmar con agencias nacionales de crédito a la exportación de los Estados miembros de la UE.

Nos interesa invertir en la resiliencia y la prosperidad futura de Ucrania, como también nos interesa invertir en la estabilidad de nuestros países vecinos. Por eso, también estamos trabajando muy estrechamente con los Balcanes Occidentales y con nuestras regiones vecinas meridionales del Mediterráneo, para asegurarnos de que podemos contribuir a la estabilidad en torno a nuestras fronteras.

El tercer ámbito, ya lo he mencionado, es reforzar nuestras alianzas mundiales. Ahora que debemos hacer frente a retos globales como la seguridad, el cambio climático y este entorno geopolítico tan turbulento, la creación de alianzas sólidas en todo el mundo también contribuye a la seguridad y la competitividad de Europa: desde la movilización de recursos para la producción de vacunas en África hasta las infraestructuras hídricas en Asia Central, África y América Latina, pasando por el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo. Estamos tratando de prestar apoyo a economías y comunidades fuertes, sociedades fuertes que también puedan crear un entorno más favorable en todo el mundo, acompañando las importantísimas negociaciones comerciales en curso.

Permítanme destacar dos cosas más. En esta conferencia se están debatiendo cuestiones clave como la innovación. Ya he mencionado que el informe Letta y el informe Draghi destacan la necesidad de integración de los mercados, de inversiones a gran escala, de simplificación. Como Grupo BEI, estamos contribuyendo en estos ámbitos con la puesta en marcha de una nueva plataforma, TechEU, que tiene previsto movilizar hasta 250 000 millones de euros de aquí a 2027. Se trata del mayor programa de financiación de la historia para intentar cubrir todo el ciclo de las empresas (de la idea a la comercialización), todo el ciclo de la innovación aportando, capital riesgo, deuda o capital para empresas en expansión y también financiación de salida, para garantizar que las ideas, las tecnologías y las empresas que nacen en la Unión Europea también pueden crecer y prosperar dentro de la Unión Europea. Me refiero a inversiones en ámbitos como la inteligencia artificial aplicada, la fabricación avanzada, las tecnologías limpias (de hecho, vamos a lanzar los primeros instrumentos en este ámbito), la computación cuántica, la salud y las biotecnologías espaciales, la robótica, la nanotecnología, las redes energéticas y los sistemas de almacenamiento, las materias primas fundamentales y los semiconductores aplicados a seguridad y defensa.

No sé si lo saben, la última vez que estuve aquí, en Chequia, me sentí muy orgullosa de anunciar y hacer realidad nuestro apoyo al «unicornio» del país, la empresa Rohlik. Lo hacemos con mucho orgullo, y además puedo anunciar hoy que vamos a aportar hasta 20 millones de euros a un fondo de crédito privado llamado Orbit Growth Debt, que también tiene su sede aquí, en Praga, para impulsar softwares en fase de crecimiento y otras empresas de tecnología en Chequia, así como en Polonia, Eslovaquia y en toda la región.

El Grupo BEI está firmemente comprometido con el apoyo a la digitalización y la innovación tecnológica y es esencial que adoptemos un enfoque paneuropeo. No podemos limitarnos a los grandes Estados miembros, no podemos limitarnos a los Estados miembros que han estado liderando el sector tecnológico. Tenemos que garantizar que exista capacidad en todos ellos. Dado que el talento se distribuye por igual, tenemos que garantizar que las oportunidades también lleguen a todos y a cada rincón de nuestra Unión Europea.

Deseo destacar un último punto: potenciar el papel internacional del euro. Se trata de otra oportunidad creada por nuestra actual función de faro de la estabilidad. Nosotros, el Grupo BEI, colaboramos estrechamente con el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y otras partes interesadas para desarrollar iniciativas que puedan servir para construir una unión de mercados de capitales más fuerte, una unión de mercados de capitales más integrada, aprovechando nuestras ventajas competitivas: Europa es una superpotencia comercial y tecnológica y un faro de estabilidad que está atrayendo un gran interés por parte de los socios internacionales. Creo que el atractivo de nuestra moneda actual se aprecia en la próxima adopción del euro en Bulgaria; también estamos trabajando con el Banco Central Europeo y la Comisión Europea en el desarrollo del euro digital. Realmente tenemos que seguir adelante, ya que estos avances tecnológicos se están produciendo a nuestro alrededor mientras estamos aquí hablando.

Permítanme concluir resumiendo la idea clave que compartí con ustedes al principio de mi discurso. Al fin y al cabo, cuando parece que todo a la vez en todas partes está cambiando, pueden contar con la Unión Europea, pueden contar con el BEI, el brazo financiero de la Unión Europea, para mantener el rumbo, para convertir los retos en oportunidades, para construir una Europa más próspera, más sostenible y también más segura. Porque la unidad hace la fuerza, porque juntos, estoy absolutamente convencida de ello, seremos capaces de afrontar con éxito los retos de hoy y de mañana. Nos guía una brújula firme: nuestros valores europeos.

Para serles franca, creo que hoy más que nunca debemos estar, podemos estar orgullosos de ser europeos. Yo estoy orgullosa de ser europea y estoy realmente orgullosa de estar al frente del BEI.

Muchas gracias.