La operación aprobada por el BEI de 47 millones de euros, se divide en dos partes: un préstamo directo de 20 millones y un préstamo intermediado de 18 millones ampliable a 27,  en el que participan Banco Sabadell, Banesto, Caja Vital, Novacaixagalicia y “la Caixa”, que en calidad de interlocutor único con el BEI, ha liderado la operación como agente.

El préstamo se dedicará a la financiación de actividades de investigación y desarrollo y también a la inversión en equipos. El conjunto de la inversión se destinará al desarrollo y la producción de componentes estructurales aeronáuticos más ligeros, con un mayor uso de fibra de carbono y materiales compuestos.

La  investigación y el desarrollo  del proyecto se centrarán en e el diseño de aeroestructuras en material composite como son: el estabilizador horizontal el cajón de torsión y el mamparo de presión.

La nueva planta de ensamblaje, estará localizada  en una región de convergencia, concretamente en el nuevo Parque Tecnológico de Illescas en Toledo. La nueva instalación creará aproximadamente 400 nuevos puestos de trabajo directos, una vez que la instalación haya llegado al nivel más alto de producción en 2015.

El proyecto contribuirá a través de actividades de investigación, desarrollo e innovación a disminuir el consumo de combustible  y en consecuencia a mejorar el impacto medioambiental.

Los proyectos de inversión presentados por Aernnova alcanzan aproximadamente los 100 millones de euros, de los que el BEI financiará cerca del 50%. El resto se financiará con fondos propios, subvenciones concedidas por el Ministerio de Industria y la propia generación de caja de la empresa.

Se trata de la primera operación del BEI  con Aernnova.

Sobre el Banco Europeo de Inversiones (BEI) es la institución de financiación a largo plazo de la Unión Europea, al servicio de objetivos europeos. Creado en 1958, opera en los 27 Estados Miembros  de la UE  y en más de 130 países de todo el mundo.  El BEI esta muy involucrado en la financiación de inversiones destinadas a aumentar la competitividad de la economía europea, apoyando proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), educación y formación, la difusión de nuevas tecnologías y el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación.